Sánchez da alas a los contratos temporales en agosto: aumentan un 25% frente a los de la anterior crisis
La temporalidad de los contratos ha sido y es un problema estructural en nuestro país, que se ha visto acentuado desde que Pedro Sánchez llego a la Moncloa: el número de contratos de este tipo en agosto han alcanzado los 1,2 millones, disparándose un 25% en comparación con el mismo periodo de todos los años de la crisis anterior.
Al calor de los datos del paro del mes de agosto, Sánchez alardeaba de que España ya estaba acercándose a los niveles previos a la crisis del Covid-19. Sin embargo, los datos de contratos de carácter temporal no son motivo de celebración para nuestro país. En agosto de 2020, el número de contratos temporales se situaba en poco más de un millón. Un número muy reducido dado que se ralentizó la creación total de empleo y más de 959.000 personas estaban sujetas a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Este número ha ascendido a 1.288.578 contratos temporales en agosto de este año, 200.000 más que en el mismo periodo del año anterior.
El Ejecutivo socialista culpa a la incertidumbre derivada de la crisis del coronavirus de este aumento de la temporalidad laboral. Sin embargo, en el primer Gobierno de Sánchez -que comenzó en junio del 2018- los contratos temporales se situaban en una de los niveles más altos de la década: alcanzaba los 1,3 millones de contratos de este tipo. De media, los contratos temporales a las espaldas del Ejecutivo socialista son un 25% más que durante todos los años de la crisis del 2008.
Y es que durante los peores años de la crisis -que abarcan desde 2008 hasta 2013- el número de contratos nunca supero el millón. Sólo en 2014 traspasaba esa barrera, situándose en 1.062.154. En cualquier caso, la media de los meses de agosto de ese periodo (2008-2014) asciende a cerca de 968.000 contratos temporales, lejos de los más 1.280.000 que se registraron durante el Gobierno de Sánchez.
Duración media de 53,19 días
La duración media de los contratos inscritos en los servicios públicos de empleo durante el mes de julio, últimos datos actualizados, fue de 53,19 días, por debajo de los 53,33 días de julio de 2020. No obstante, se encuentra por encima del mínimo de la serie histórica de julio, que se alcanzó en 2019 con 47,05 días.
Con excepción de 2020, la duración media de julio de este año (53,19 días) supera todos los registros de julio de los ocho años anteriores, de forma que se convierte en el segundo mejor dato de duración media en un mes de julio desde 2013, similar al registrado en 2012 (53,94 días). Sin embargo, echando la vista más atrás, el dato de 2021 queda lejos de los registros de otros meses de julio. Así, en el periodo 2006-2011, la duración media de los contratos inscritos en julio fue bastante superior, con cifras que no bajan de los 58,8 días y que alcanzaron su máximo en 2006, cuando los contratos rozaron los 74 días de duración en términos promedios, muy por encima del dato de julio este año (53,19 días).